Todo niño está familiarizado con las témperas. Es sin duda una de las pinturas más clásicas para usar con niños, sobre todo por su sencillez y lo fácil que es de limpiar. No obstante, a pesar de su sencillez, lo mejor es seguir los siguientes consejos para aprender a pintar con témperas y animar a tus hijos a realizar auténticas obras de arte:

Cómo pintar con témperas

Antes de comenzar, recuerde que el temple se seca muy rápido y su color se desvanece a medida que se seca. Comienza haciendo algunas pruebas de color con tus hijos, diluyendo con agua, cuidando que el color no se corra demasiado. Anímelos a mezclar algunos colores, enséñeles a trabajar las sombras extendiendo colores oscuros a la derecha oa la izquierda de un dibujo.

Para enriquecer aún más la experiencia, no te limites al uso exclusivo de pinceles, usa también tus dedos y manos. Con el primer dibujo y después de despertar la curiosidad del niño, puedes hacer primero un dibujo como una cara, nubes o sol y luego pintarlo. Pueden aplicar la primera y la segunda capa y agregar detalles a medida que se secan con cepillos de diferentes tamaños.

Técnicas de pintura al temple

En esta técnica se realiza la primera capa de color que se debe dejar secar. Luego, se aplica una nueva capa de color con mayor dilución, la idea es que se vean ambos tonos, el de la capa inferior y el nuevo.

También es posible para este tipo de técnica que solo uses parte de la capa inferior para cubrirla con la nueva capa, dejando una poción sin pintar, tan visible.

M 2.1 Prepara los materiales

Ya tienes tu papel, pinceles y pinturas. Necesitará unos vasos de agua normal del grifo. En uno estarás mojado para pintar y en el otro limpiarás el pincel cuando necesites cambiar de color. Entonces, en la primera el agua siempre estará limpia y es la que usarás para mostrarlo en la pintura y la otra se ensuciará porque llevas un tiempo cambiando de color. Si primero pintaste de amarillo y luego quieres pintar de rojo (un color más oscuro que el primero) con la misma brocha, puede que no sea necesario limpiar la brocha (aunque el rojo recogerá algo del pigmento amarillo y ayudará a fusionarlo con). observe la transición de un color a otro, si así lo desea). Pero si estás pintado de azul y quieres pintar de un color más claro, por ejemplo, amarillo, siempre debes limpiar la brocha para que el color más claro no siga sucio. Del mismo modo, no uses agua sucia para pintar porque es el agua la que crea la transparencia y revela el blanco del papel. Si el agua está sucia, su pintura se verá sucia.

También uso papel de cocina absorbente o un paño para limpiar el exceso de agua colocando el cepillo sobre el papel para que se escurra después de sumergirlo en el vaso.

Del estuche al lienzo para colores profundos

Si crees que aún no tienes el color que deseas, puedes aplicar la pintura directamente del estuche. Solo con la ayuda de un pincel ligeramente húmedo se toca el color deseado.

Si quieres un tono muy claro, satura el pincel con agua y golpea ligeramente la pintura para cargarla. Si pones tu pincel sobre papel y la concentración de color es inesperadamente alta, vuelve a sumergirlo en el agua y aplica esas gotas directamente sobre el lienzo pintado.

Luis García Sanders
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