Por Alfredo Martínez Martiñón
El papel de los libros se quema a 451 grados Fahrenheit, apunta el escritor estadounidense Ray Bradbury en una de sus obras de ficción. Lo cierto es que necesitan una temperatura agradable para sobrevivir, así como otros cuidados para mantenerse sanos.
Limpiar libros con alcohol
Para quitar el moho de los libros con alcohol, necesitarás hacer lo siguiente:
- Toma una botella de spray vacía.
- Llene la botella con alcohol isopropílico (97-99%).
- A continuación, rocía con alcohol todas las áreas del libro que tengan moho.
- A continuación, mete el libro en una funda de plástico. Ciérralo bien y mételo en el congelador.
- Cuando esté congelado, saca el libro de la funda y, usando un secador de pelo, comienza a secar el exterior del libro.
- Cuando el libro empiece a derretirse, vuelve a meterlo en la funda de plástico y llévalo de nuevo al congelador.
- Una vez congelada de nuevo, seca las hojas interiores tras el proceso anterior. Si el libro comienza a derretirse y todavía no puedes soplar todas las páginas, vuelve a colocar el libro en el congelador dentro de la funda de plástico.
¿Qué son los factores exógenos?
Son aquellos que están fuera de la composición de nuestro libro y pueden afectarlos. Ellos son:
- Humedad: Se estima que la cantidad de humedad en la sala donde se encuentra nuestra biblioteca debe estar entre el 40 y 50%.
- Temperatura: Para que se considere lo mejor posible, la temperatura de la habitación donde se guardan nuestros libros debe estar entre 18° y 22°. Es importante mencionar que la temperatura está relacionada con la humedad, ya que a mayor temperatura, mayor cantidad de vapor se presenta en la habitación, lo que representa un riesgo importante.
- Biológico: Este tipo de daño está ligado a la temperatura y la humedad, ya que, si estos factores no están en un estado óptimo, pueden multiplicarse bacterias y hongos con una aparición intermitente, si los inhalamos. , pueden causar infecciones respiratorias o alergias. Los insectos (como termitas, cucarachas o lepismas) o roedores que se alimentan del papel u otro material de un libro también se consideran en esta categoría.
- Daño fotoquímico: Es el daño que produce la iluminación directa sobre nuestros libros. En algunos casos, algunas copias solían exhibirse como si fueran objetos de museo, pero también se cree que se produce daño fotoquímico cuando se lee bajo una lámpara con la luz dirigida directamente al libro. Es recomendable no exponer los libros a este tipo de exposición, ya que cambia el tono y la calidad del papel, haciéndolo amarillento y débil en la mano.
- Contaminación: Aunque parezca que no, este es uno de los factores que más dañan nuestros libros, y más si estás en una ciudad, ya que hay una mayor presencia de gases y sustancias nocivas emitidas. por fábricas y automóviles. El problema es que el papel puede absorber el polvo del aire y las esporas de suciedad.
Últimas entradas de Marina Pesquera (ver todo)