Pintura romana

La pintura romana conserva la falta de perspectiva y la corriente antinaturalista de los periodos que le precedieron.

Aún así, fue de gran relevancia en la época, gracias a que las edificaciones debían estar policromadas. Esta manifestación pictórica se presentaba principalmente en el interior de los templos.

Peculiaridades de la pintura romana

En la pintura romana predomina la miniatura, elaborada por las personas instruidas, ya que en un principio su propósito era decorar libros para aquellos individuos que sabían leer en la época. Esto significa que no posee la intencionalidad didáctica de las otras expresiones artísticas.

Entre las peculiaridades de esta pintura romana destacan los siguientes aspectos:

  • Su fondo es terso, de manera que la figura acapara todo el foco del artista. Además, el dibujo y los colores planos se conjugan con el fin de crear intensos contrastes cromáticos.
  • Para remarcar el contorno de la figura en la pintura romana se usan líneas gruesas de color negro o rojo. Por otro lado, la forma de los rostros se construyen empleando manchas rojas redondeas en las mejillas, barbas y frentes.
  • El espacio se crea por la colocación de las figuras y la composición sigue el margen del relieve.
  • La técnica más empleada es la pintura al fresco, de manera que se necesitaba una preparación específica del muro, denominada como estucado. Aunque también se pintó sobre tabla, para poner las obras sobre los altares.
  • Como en la escultura, la ubicación de la pintura romana en los templos es esquematizada.

Por lo general, esta manifestación pictórica se basa en imágenes hieráticas, sin movimiento y muchos elementos antinaturalistas, además no existe la perspectiva y la anatomía es muy desproporcionada.

La pintura romana en los muralesPintura romana

La pintura mural romana consiste en una pintura bidimensional, arraigada a una plataforma que viene determinada por la arquitectura.

Esta expresión artística en estas superficies se aleja de la imitación de la realidad para ofrecer una representación interpretativa y un símbolo, donde se pretende reflejar  la esencia de lo que se muestra.

Las figuras en la pintura romana, se dibujaban de acuerdo a los ejes horizontales y verticales de simetría. La línea es el componente imperante, dibujando las figuras y delimitando las áreas donde se aplicarán los colores: blanco de la cal, negro del hollín, pigmentos como el verde, azul o el ocre amarillo, que eran los más utilizados por los artistas y tratados como tonos potentes, debido a que las obras se tenían que apreciar con poca luz.

Escultura y pintura romana:

Si te gusta especialmente la pintura romana podrías decirnos qué aspectos te llaman más la atención. Eternamente agradecidos.

Luis García Sanders
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