- Lo primero y más importante es eliminar la gruesa capa de suciedad que pueda haber en el rodapié. Para ello, la mejor opción es utilizar la aspiradora con boquilla cepillo, asegurándose de que tenga las cerdas suaves para no rayar la superficie.
- En segundo lugar tendremos que quitar la suciedad que ha quedado en el zócalo, humedeciendo la zona. Puedes llenar un balde con agua caliente y agregar unas gotas de jabón para lavar platos. Tras retirar la mezcla, utilizamos un paño absorbente para humedecerla y eliminar los restos que aún quedan en la fritura.
- Recuerda que el paño debe estar bien diluido para limpiar el zócalo en sentido longitudinal, horizontal y de un lado a otro.
- Deje que se seque por completo antes de continuar con el siguiente paso.
- Para desinfectar el zócalo, deberás mezclar dos tazas de amoníaco en 4 litros de agua caliente y repetir la operación anterior con el paño escurrido.
- Otro producto inconfundible en este sentido es el vinagre blanco, aunque su fuerte olor puede no resultar tan agradable como el de la mezcla de agua y jabón lavavajillas.
- Si no quieres que se acumule suciedad en los rodapiés después de limpiarlos, puedes limpiar toda la superficie con suavizante.
- Antes de usar amoníaco, procura ventilar lo suficiente para evitar intoxicaciones y no olvides usar guantes y mascarilla si es necesario.
Índice de contenidos
Rodapiés de madera
Para limpiar los rodapiés de madera, solo hay que seguir los siguientes pasos:
- El polvo de la superficie debe eliminarse con una fregona, aspiradora o trapo.
- En un cubo, mezcle detergente para madera y agua. Luego humedece el paño con la mezcla.
- Tienes que pasar el zócalo con el paño y tienes que limpiarlo fuerte hasta que veas que empieza a brillar.
Consejos para limpiar correctamente los rodapiés de madera
Ya que los rodapiés están en constante contacto con la escoba, muebles, mesas, entre otras cosas, pues podríamos estar dañándolos poco a poco. poco. sin darse cuenta. Por eso podemos mantenerlos limpios y cuidados con los siguientes consejos:
- Eliminar el polvo: primero tenemos que eliminar todo rastro de polvo, residuos y suciedad de la madera. Esto se puede hacer con un cepillo de cerdas duras, una fregona, un plumero o, en su defecto, una aspiradora.
- Paño húmedo: esto se hará si no se elimina fácilmente toda la suciedad. Humedecer el paño con agua y un poco de vinagre blanco, o con cualquier detergente especial que tengamos para limpiar madera, sin aplicar demasiada fuerza para no quitar el color natural.
- Eliminar todos los restos de humedad: utilice un paño completamente seco para eliminar todos los restos de agua que puedan quedar en la madera.
- Ventilar la zona: este es el último paso y se hace para evitar que la madera absorba la humedad.
Trucos para limpiar zócalos y rodapiés
- Hay quien usa vinagre blanco en lugar de agua jabonosa, es cuestión de probar y evaluar los resultados.
- Para evitar que la suciedad vuelva a adherirse, pasar un paño empapado en suavizante da buenos resultados.
- El amoníaco es un producto muy tóxico, debemos tener mucho cuidado al usarlo para la limpieza. Es recomendable el uso de guantes y mascarilla, así como una buena ventilación tras la limpieza.
Una vez completada la explicación del proceso de limpieza para root y programas root, podrá limpiarlos de manera efectiva.
¿Cómo limpiar los rodapiés de madera?
Los rodapiés de madera son los más sensibles. Suelen estar fabricados con espuma de alta durabilidad y su capa superficial de melamina plástica imita el mismo acabado que el suelo. Tenemos que tener cuidado al fregar el suelo para no dejar charcos de agua en las esquinas cerca de los rodapiés; porque la madera puede absorber agua; se hinchan y con el tiempo veremos como se separan de la pared y se daña su acabado.
Para limpiar los rodapiés de madera, lo mejor es utilizar un aspirador equipado con un accesorio especial para esquinas. A día de hoy ya existen muchos modelos en aspirador que incluyen un accesorio especial para limpiar zócalos y rodapiés; Estas herramientas especiales para grietas incluyen un cepillo o una superficie acolchada para evitar rayar o estropear la pintura de la pared.