Uno de los mejores inventos que nos han heredado los franceses es el agua micelar, porque es un producto que actúa limpiando y desmaquillando en un solo paso, gracias a las micelas de su composición que atrapan la suciedad, el maquillaje. y las impurezas.
Muchos incluso usan el agua micelar como un tónico sin enjuague por sus propiedades de limpieza profunda de los poros.
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Agua micelar versus jabón
La limpieza es sin duda el primer paso hacia una piel bella y sana. La limpieza de la piel no solo favorece la eliminación de sustancias como el maquillaje, el polvo, la polución, el sebo o las células muertas, sino que también permite una mejor integración de los tratamientos posteriores.
Hay varias formas de limpiar la piel y, si bien el jabón era la principal opción, ahora hay nuevos productos que lo superan. Uno de ellos es el agua micelar.
Incorporar agua micelar a nuestra rutina de cuidado de la piel
Como seguramente sabrás, la limpieza es el primer paso en cualquier rutina facial. Y es necesario, además de importante, independientemente del tipo de piel que tengamos.
Cómo utilizar correctamente el agua micelar
El agua micelar se utiliza para eliminar la suciedad, la grasa y el maquillaje (excepto el waterproof) del rostro y el cuello, incluidas las zonas más sensibles como el Contour ojos, párpados, pestañas y labios. Según los expertos, si eliges el agua micelar adecuada para tu tipo de piel (normal, sensible, acnéica, seca…) y la aplicas correctamente, no necesitarás utilizar ningún otro producto para limpiar tu piel. En el caso de pieles mixtas o grasas, también permite eliminar el exceso de secreción sebácea sin agredir la piel.
La forma correcta de usarlo es sumergir un algodón en agua micelar y aplicarlo en las zonas que queremos limpiar con un toque suave, sin frotar ni tirar, para que las micelas hagan su trabajo y absorban impurezas . No debe aclararse con agua, pero puede aplicar su crema hidratante habitual después de su uso, especialmente si su piel es seca.