La primera de las recomendaciones de los expertos para limpiar los trofeos de plata es usar bicarbonato de sodio El bicarbonato es otra gran opción para limpiar la plata ya que ayuda a recuperar su brillo y color eliminando las zonas oscuras. apariencia y colores. Para ello, se debe frotar bien el trofeo con bicarbonato de sodio utilizando un paño suave de algodón para no rayarlo. Puedes mezclar el bicarbonato de sodio con agua caliente y agregar un chorrito de vinagre para darle un nuevo aspecto a tus trofeos.
Por otro lado, como nos explican los expertos de TrofeosNumeroUno.com, una buena alternativa para revisar tus trofeos después de limpiarlos con bicarbonato si están oxidados y quieres recuperar su antigua vida. dar. una mano de pintura para ellos. Antes de eso, prueba a limpiar su superficie con un desoxidante, ya que en muchos casos será suficiente para dejar los trofeos como nuevos.
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Bronce y latón
El bronce y el latón tienden a desvanecerse con el tiempo y adquieren colores poco atractivos.
La mejor manera de limpiar este tipo de trofeos es sumergirlos en agua tibia y un detergente suave. Recomendamos utilizar agua destilada para obtener un mejor resultado. Con un paño suave, límpielo suavemente e intente eliminar todos los restos de jabón.
¿Cómo limpiar llantas oxidadas?
El método más efectivo y ecológico para limpiar joyas ennegrecidas u oxidadas es usar bicarbonato de sodio con pasta de dientes y un chorrito de agua. Todo lo que tienes que hacer es mezclar 1 cucharada de bicarbonato de sodio más 1/2 cucharada de pasta de dientes en un tazón pequeño con 1/2 taza de agua tibia.
Jabón de soda
Es otro de los mecanismos clásicos porque es un tipo de jabón que ayuda a atrapar la suciedad. Lo que se hace es palpar la base y luego agregar el jabón de soda.
Como en el caso anterior, aplícalo con mucho cuidado con un cepillo de dientes y sécalo con un paño limpio.
Pasta de dientes:
Otra opción para la limpieza es usar pasta de dientes. Esa pasta de dientes siempre debe ser blanca y con base de bicarbonato. Si usa pasta de tártaro o lejía, puede dañar fácilmente su trofeo, ya que estos son más corrosivos.
Debes untar un paño con la pasta dental correspondiente y la bobina. Una vez cubierto por completo el trofeo, mojamos nuestro trapo y repasamos el trofeo hasta eliminar por completo los restos de la pasta dentífrica. Si vemos que nuestro paño se oscurece mucho en el proceso, debemos lavarlo o cambiarlo por otro para seguir limpiando. Una vez