En esta publicación, le mostraremos cómo reparar un radiador. Los radiadores pueden dañarse por falta de mantenimiento o simplemente por el paso del tiempo. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, encontramos fallas cuando necesitamos comenzar el calentamiento. Problemas como que el radiador pierda agua o tenga fugas son habituales en las instalaciones de calefacción.
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Las razones por las que el radiador pierde agua
Una fuga de agua en el radiador puede ser uno de los mayores quebraderos de cabeza de nuestro coche, por lo que su necesaria solución. A continuación, presentamos las razones más comunes que conducen a este problema.
El radiador pierde agua
Un problema frecuente en los sistemas de calefacción es que el radiador gotea y pierde agua. Esto puede deberse a que hay una grieta en las tuberías que llevan el agua o en el propio radiador. También es posible que una de las llaves no encaje correctamente y, por lo tanto, pierda agua.
- Primero tienes que averiguar de dónde viene la fuga. Si esto sucede en los grifos de entrada o salida de agua, puede solucionar el problema fácilmente cubriendo el área afectada con teflón y luego apretando la tuerca.
- Si crees que el problema viene de otra parte del radiador, puedes solucionarlo fácilmente con los productos adecuados. En primer lugar, y identificada la zona problemática, se debe limpiar el radiador y lijar la zona afectada para que se adhiera el producto.
- Para tapar la fuga necesitarás una masilla especial para tapar este tipo de fugas que puedes encontrar en cualquier centro de bricolaje. Es un contenido fácil de usar que lo ayudará a resolver el problema. Para ello, da forma a la masa con los dedos y colócala sobre la fuga, presionando bien para que se pegue.
- Luego déjalo secar. El tiempo de secado dependerá de la masilla utilizada, por lo que es importante que leas las instrucciones y respetes los tiempos indicados por el fabricante. Pasado el tiempo correspondiente, lija la zona para igualarla.
¿Cómo reparar un radiador/calentador con fugas?
Aunque siempre se recomienda la ayuda de un profesional, es muy sencillo detectar una fuga con un radiador de escape. Siga los pasos que le mostramos:
- Localice la fuga: por lo general, se encuentra una fuga de agua en el radiador en las juntas y los orificios de tope, que ha empeorado. Es importante encontrarlos para que sepan dónde actuar.
- Desconectar el radiador: Una vez que sabemos dónde está la fuga, debemos asegurarnos de que no estamos en peligro desconectando la caldera y cerrando el grifo. El circuito debe estar vacío antes de realizar cualquier tipo de reparación.
- Limpiar: Para eliminar todas las partes cariadas de la zona afectada, limpiarla y aplicar una lija en su superficie. Esto hará que sea más fácil cerrar la fuga.
- Obtenga masilla: compre masilla de reparación para tapar una fuga del radiador. Se recomienda que se seque rápidamente, y que aguante altas temperaturas para asegurar que no se vuelva a generar la misma fuga.
- Masilla: aplicar masilla reparadora en la superficie donde se encuentra la fuga. Es importante que quede bien conectado y que presiones fuerte para que se adhiera lo máximo posible a la superficie del dispositivo.
- Secado: Dejar secar la pasta el tiempo indicado por el fabricante. De esta manera, será bastante difícil asegurarse de que no se produzca otra fuga.
- Lijado: Se recomienda lijar la zona recubierta de masilla para crear una superficie lisa y uniforme.
- Aplica esmalte de uñas: Si quieres cicatrizar completamente la zona afectada por la fuga, utiliza un esmalte de uñas resistente al calor.
- Abra la llave de paso: Ya está todo listo para encender el radiador. Es recomendable limpiar el dispositivo para garantizar un funcionamiento óptimo.
¿Y la fuga es en la conexión de la tubería?
Es posible que tanto el radiador como los elementos de conexión estén en buen estado, y que el agua salga por la conexión entre el grifo y la tubería. Esta conexión puede ser de dos tipos:
- Llave roscada para tubos de hierro. Es más común en instalaciones de calefacción que tienen algunos años. Las fugas en este punto son las más complicadas de solucionar: hay que parar el servicio de calefacción (individual o central). Si el problema está en la conexión, será necesario quitar el radiador y la llave y reparar la junta aislante. Si está en la propia llave, debe volver a afilarse o, si es necesario, cambiarse.
- Llave con sistema de doble cono. Por lo general, la tuerca bicono que sujeta el grifo a la tubería es suficiente para apretar y cuidar con el tiempo.