Es posible que su frigorífico antiguo no enfríe tan bien como cuando lo compró. Este descenso en el rendimiento puede no significar el fin de su frigorífico. Puede tratarse de un simple problema con la puerta.
Con el tiempo, las juntas de la puerta del frigorífico o congelador pueden ensuciarse y perder flexibilidad. Cuando esto ocurre, el aire frío puede escaparse.
Cómo reparar la junta de un frigorífico
Sustituir la junta de la puerta del frigorífico puede costar más de lo que vale un frigorífico antiguo. Por suerte, hay una solución más económica.
El primer problema importante es la suciedad en la junta. Esto suele ser peor en la parte superior de las puertas, donde puede depositarse el polvo. Limpiar las juntas es sencillo y no requiere ningún equipo sofisticado.
1. Limpie la junta con agua tibia y detergente (jabón para vajilla funciona bien) y séquela. Un paño de microfibra haría un buen trabajo, pero si sólo tienes toallitas de papel a mano, úsalas.
Asegúrate de limpiar el interior de los pliegues de la junta y todas las superficies para garantizar el mejor sellado posible.
Pon un poco de agua jabonosa en un paño o toalla de papel y limpia la junta.
El segundo problema es que las juntas más viejas pueden perder flexibilidad. Las juntas más rígidas no hacen un buen trabajo rellenando los huecos alrededor de las puertas.
Puedes tratar fácilmente tus juntas para devolverles parte de la flexibilidad perdida. Al igual que con la limpieza, no necesitas un producto especializado; todo lo que necesitas es un poco de vaselina.
2. Aplica una pequeña cantidad de vaselina y frótala en la junta. Al igual que con la limpieza, ten cuidado de dar una capa ligera a todas las superficies y métete en los pliegues de la junta.
Pasa una pequeña cantidad de vaselina sobre la junta de la puerta. La idea es frotarla, pero no te descuides con ella, o tendrás que limpiarla.
3. Cierra la puerta. Comprueba que la junta ha sellado bien.
Una vez que aplicamos vaselina a la junta, ¡la puerta del frigorífico permaneció cerrada!
Si sigue entrando aire caliente, es posible que la puerta no esté correctamente alineada. Con el tiempo, las bisagras de la puerta pueden aflojarse y las puertas del frigorífico o congelador pueden salirse de la posición correcta.
Cómo arreglar una puerta de frigorífico que se ha caído
En primer lugar, comprueba lo que guardas en la puerta. La sobrecarga puede suponer un esfuerzo adicional para las bisagras. Ajustar las bisagras de la puerta del frigorífico es más fácil de lo que crees.
1. Vacíe los compartimentos de las puertas. Una vez vacías las puertas, fíjate bien en si están bien alineadas y levántalas suavemente para ver si están flojas.
Si las puertas no están alineadas con la parte superior del frigorífico, tal vez pueda ajustarlas. Si las bisagras ya están sueltas, puede que sólo sea necesario apretar un poco los tornillos de las bisagras.
2. Ajuste las bisagras. Es posible que las bisagras superiores estén cubiertas con una tapa de plástico. Quítela para dejar al descubierto los tornillos de las bisagras.
Si la puerta aún no está suelta, afloje los pernos con una llave inglesa o un juego de llaves de vaso.
3. Enderece la puerta. Si la puerta está hundida, levántala para alinearla correctamente con la parte superior del frigorífico.
Puede que necesites que otra persona sujete la puerta en el lugar correcto mientras vuelves a apretar los pernos de las bisagras.
Otra cosa que debes comprobar: ¿está nivelado el frigorífico? Si no está nivelado, quizá puedas arreglarlo si consigues que un amigo fuerte te ayude a inclinar el frigorífico hacia atrás. Gira las patas como si fueran tornillos para ajustar la altura. Una vez que lo hagas, es posible que tu frigorífico pueda cerrarse con normalidad.
Independientemente de lo que hagas, es probable que con el tiempo tengas que sustituir la junta de la puerta, pero el truco de la vaselina debería ayudarte a prolongar su vida útil.